jueves, 21 de diciembre de 2017

Carrera Navidad Cercedilla 2017

CARRERA NAVIDAD CERCEDILLA 2017



Cercedilla, el punto de inflexión, donde este año empezaremos a hacer un temporadón.



Pues este año nos resultó más fácil de lo que pensabamos el poder coger un dorsal. Como el año pasado y como otros muchos, se encargaron Javi y Susana de coger los dorsales, este año con más posibilidades porque sólo eramos dos los que ibamos a correr, Javi (el vecino que me aguanta) y el menda lerenda.

Parecía la cosa que no podía engañar a nadie más pero al final no fuí yo el que engaño a nadie para venirse, fue Javi el que lió a dos más, Cesar y Carlos, dos pataliebres de mucho cuidado, sobre todo con Cesar, que parece que lleva el motor de los remontes en sus piernas, como sube el tio.


Pues entre dimes y diretes madrugamos como siempre, visita al Sr. Roca (esta visita que no falte nunca) y a las 7:30 nos ponemos en marcha la primera avanzadilla de zapadores, Javi, Carlos y servidor. Y media hora más tarde salían Cesar, Susana y Sara.


Llegamos a Cercedilla y aparcamos en la planta -1 del aparcamiento al aire libre y con unos agradables -1º y con unas nubes enganchadas a 7 picos como si no hubiera un mañana. Como llegamos temprano la espera se nos hizo eterna en la churrería, no paraban de pasar, churros, porras, chocolates, etc. Y a mi sólo me dejaban tomar un café, por el tema ese que dicen de ir al baño, pero vamos no se de cual hablan....


Las 9:00 recogida de dorsales, el numero 1071 en pecho, grabado a fuego. Dudas como siempre a la hora de coger la talla de la camiseta, al final me decanto por un L, porque yo soy de M/L pero es que nunca la tienen en ningún lado, sólo en el decatlón, ya podría decatlón patrocinar una carrera, porque luego tengo que meter la camiseta en la secadora para que me encoja, y.... dejemoslo, estaba hablando de la carrera.


Vemos a Cesar, que ya han llegado a Cercedilla y la espera se nos hizo eterna en la churrería, churros por aquí, porras por allá, chocolate aquí, y yo con otro café, por el tema ese que ya sabeis, pues eso.


Nos vamos al vehículo a cambiarnos, al final me decanto por térmica y camiseta corta y nos vamos a calentar, sobre todo por no dejar sólo a Cesar calentando, que ya le había dado dos vueltas a Cercedilla. Y la primera cuesta que veo, allí que me meto, ya tenía los gemelos en la garganta, por lo que decidimos bajar e irnos a la salida.


La espera se hace eterna en la churrería, ¡¡que churrería¡¡, que obsesión con los churros, en la salida, vamos diciendo nuestra estrategia, useasé la mía, ir con Javi. La de ellos ir con Javi, aunque todos sabiamos que no nos iban a aguantar los pataliebres ni 2 kilómetros para poner pies en polvorosa.


Cuenta atrás, y a darlo casi todo. Pasamos por meta a 1:10 desde que salió Irurozqui y el chavalín ese, como se llama, lo tengo en la punta de la lengua, joder, el del crecepelo, eseeee, Chemita Martínez, que no me salía. Normal que ganen, salen con ventaja, antes de salir, yo les tengo que dejar 1:10 de ventaja como mínimo para que puedan optar al podium, si no fuera por mi, y por los otros 1500 no pillan na de na. En fin una alegría para los chavales, no se van a llevar el premio siempre los mismos, necesitarían unas cuantas hectareas para guardar el trofeo.


En fin, salimos a puto topeee, a no, ese es Chema Martínez. Salimos andando de la salida y poco a poco empezamos a coger velocidad crucero. Saludo a nuestras fans,
Susana y Sara, y nos despedimos con unas lágrimas en los ojos por si no vuelven a ver a sus maridos porque se han quedado anclados en la “cuesta de los carteles” (chan-chan). 

Cuando llevamos un kilómetro los pataliebres se nos piran como el que no quiere la cosa, no es que he visto a un amigo, no es que era un conocido, no creía que ibais detrás nuestra, bla, bla, bla. Vamos que se piran.


Seguimos corriendo manteniendo a Cesar a unos 20 metros de distancia hasta que llegamos al camino, y ahí es cuando se reparten los tickets para que el remonte empiece a funcionar. OJO. Como sube Cesar, como un tiro, y en la siguiente curva le perdemos, momento en que el muy avispado Javier, me comenta que si me acordaba de una conversación que tuvimos cuando los Escipiones vinieron a echar a los Cartagineses allá por el año 217 a.C. y que le comenté que cuando viésemos una cuesta de arena nos pusieramos a andar, pues eso, nos pusimos a andar.


Y poquito a poco te voy camelando, perdón que salto de los Escipiones a el Arrebato en cuestión de segundos, y así soy yo. Lo dicho poquito a poco vamos subiendo y cuando llaneamos nos ponemos a correr y no sólo eso, que bajando también corremos. Ya pasamos el mal trago de la primera cuesta y todo se pone a favor de nosotros, buen terreno y a correr.


Hasta que (chan-chan) “la cuesta de los carteles” (chan-chan) y nada nos volvemos a acordar de los Escipiones y tiramos para arriba. Me pongo las gafas de leer y a pasar el rato, creo que no he leído más en mi vida (emoticono sufriendo) y sin habernos percatado llegamos arriba y ahora a darlo todo bajando. Vamosssss¡¡¡¡¡¡



Dándolo todo en la cuesta de los carteles (chan-chan) Ahí estoy esquinado, saliendo del rebufo para adelantar.

El gran Carlos subiendo como si no fuera con él la cosa. Yo no sé como lo hacen.

Esto ya es un paseo militar, ponemos formación de ataque y a correr como si no lo hubieramos hecho jamás. En 0, nos plantamos en la última cuesta, nos tenemos que agarrar a un árbol porque no podemos dejar de correr, subimos en el coche de San Fernando y ahora si, ya es todo cuesta abajo. Sobrados, nos permitimos el lujo de adelantar a gente y que no nos adelanten sin tener que sacar los codos, ¡¡¡amos anda¡¡¡, nos van a adelantar ahora en los últimos kilómetros, ¡¡¡no te amuela¡¡¡



Bajando como nunca, o sea, como siempre, parece que llevo un camisón.


Ahí le tienes sobrado el tío, como bajaba.... Le tenía que poner lastre en los bolsillos porque se me iba.

Y bueno, pasamos por el pasadizo secreto, que esta vez estaba menos meado, por debajo de el tunel, ¡¡¡que emoción¡¡¡, y ya se escuchan los altavoces, ya se escucha al speaker, ya estamos preparados para ese salto mortal con doble tirabuzón que solemos hacer en meta y por lo que nos tendrían que dar el trofeo ese de las hectareas, me conformo con las hectareas, el trofeo se lo pueden dar al que gane, no me voy a enfadar.
La gente nos quiere, nos ama, nos lanzan besos, petalos de rosas, algún que otro sujetador, estamos que nos salimos por la tangente. Tres, dos, uno, y llegada a meta. Pedazo de salto. Botellita de agua, naranja y una barrita para cuidar la línea despues de los churros. Nos salieron alrededor de 1:30:00 porque con la emoción se me olvido apagar el reloj y ya lo hice en el coche. Semos unas máquinas.


El salto de la rana. Ni el Cordobés se puede comparar a nosotros. Un poco más de sincronización y a las olimpiadas de  Tokio 2020

De number one, Cesar, que hasta se hizo un esguince y termino la carrera 15 minutos antes que nosotros, a la zaga le siguió el gran Carlos, un minuto detrás, y Javi y el que suscribe nos quedamos en el vagón de cola.



O se escondía o era tan rápido que no le pillaba la cámara. Sólo sale en esta foto. Cesar sin despeinarse.

Los agradecimientos en primer lugar a mis compañeros de fatigas, Javi, Cesar y Carlos, que pasamo una buena mañana de risas y chascarrillos.

En segundo lugar como siempre a las marcas que me patrocinan, o más bien las patrocino yo a ellas, pagando de mi bolsillo, algún dia... Hoka, SportHG, Hoko (el marido de la Hoka), Lurbel, Cebé y Matt.

A la organización, voluntarios, Cruz Roja, que como siempre ha salido una carrera inmejorable y que si pillamos dorsal volveremos el año que viene.


A mi club, los Requiebros y Trochas que están más fuertes que el vinagre y los junior pillaron un tercer puesto en el podium. Y algun@s se fueron a Aranjuez por lo de la “cuesta de los carteles” (chan-chan) y destrozaron el crono y el podium.


A las inquebrantables Susana y Sara que se desgañitaron los primeros y últimos metros a gritar como si no hubiera un mañana, como si un toro bravo fuera detrás de nosotros, como los gritos en las batallas de Homero dan los guerreros. Los pelos como escarpias, oiga....


A mi mujer y mis pequeños que se quedaron en casa haciéndome los deberes para que yo pudiera venir a correr.


Bueno lebreles, y con esto y un bizcocho hasta la próxima que no se si será en Chinchón (chan-chan) o en la Genaro (chan-chan). 


Os dejo un pequeño video de la cámara que llevaba para inmortalizar estos momentos:


https://www.youtube.com/watch?v=jNYBVkjtAFc

#RoadtoUTMB
#Imposiblemiscojones
#Vivellenomuerevacío

Tener cuidado ahi fuera......

No hay comentarios:

Publicar un comentario